Ciudadanía y Política

¿Qué has hecho tú por nosotros?

El nacionalismo es la enfermedad mortal del espíritu del siglo XX. Y también del siglo XXI. Enfermedad que corroe y corrompe cualquier inteligencia.

Excluir y elegir un pueblo por encima de otro es ignorar la riqueza de la propuesta cosmopolita del estoicismo; base, todo hay que decirlo, de los Estados actuales.

Ciudadanía y Política

La canción cosmopolita de Álvaro Soler

La música enseña filosofía, y de la buena. Un tal Álvaro Soler y una señorita llamada Jennifer López cantan una canción con los mismísimos estoicos estarían de acuerdo.

Porque todos somos ciudadanos de un país o Estado (ciudadanos estatales), pero también somos ciudadanos de un lugar llamado mundo (ciudadano cosmopolita).

 

Concepciones éticas

El estoicismo de los Monthy Python

El optimismo lo inventaron los estoicos y no los coaching que se creen filósofos sin saber quién fue Kant.

Séneca y Marco Aurelio, los primeros coachs de la historia, explicarion muy bien qué es el optimismo: apreciar lo que se tiene y no preocuparte por lo que no puedes controlar.

Si todo depende de cómo te lo tomes.

Concepciones éticas

La felicidad auto-impuesta o la atarxia

Dos corrientes filosóficas tuvieron una especial interés por la búsqueda de la felicidad, entendida como la consecución del placer (y la ausencia de dolor): el Estoicismo (fundado por Zenón de Citio) y el Epicureísmo (fundado por Epicuro).

Ambas corrientes identificaron la felicidad con la ataraxia, término griego que significa la «tranquilidad de espíritu». ¿Cómo se consigue eso? Siendo los amos de nosotros mismos, es decir, evitando que las cosas externas, ajenas a nuestra voluntad, nos entristezcan y controlando (eligiendo racionalmente) nuestros deseos.

Lo que deseaban evitar estas dos éticas teleológicas era evitar el dolor y la frustración.

Pero, ¿es eso posible? ¿Es esa la auténtica felicidad?

La ataraxia sí es posible, pero como enfermedad cerebral. En este sentido, la ataraxia es la incapacidad de sentir frustración, de perder la alegría. De estar continuamente alegres y satisfechos. Objetivo de las éticas epicúreas y estoicas. Pero no como ejercicio de la libertad.

De esto se deduce, que la felicidad, sea la ataraxia o la acumulación de placeres o riquezas, es un acto libre. ¿No?

¿Cuál es el mejor camino para ser felices? ¿Depende sólo de nosotros o también de los demás? ¿Son estos pacientes realmente felices?